miércoles, 5 de noviembre de 2014

ÁREAS DE TRABAJO EN ORIENTACIÓN

Desde la orientación se formula un concepto global de apoyo a la inserción que puede describirse desde cuatro áreas de trabajo fundamentales. Como orientadores no debemos perder nunca la visión de conjunto de estos cuatro elementos ya que están íntimamente relacionados y no pueden entenderse como aspectos aislados, centraremos la atención en uno u otro en función de como se desarrolle el proceso, teniendo en cuenta los intereses y las características de nuestro orientado.

1/ PLANIFICACIÓN: aquí incluiríamos todas las actuaciones dirigidas a trabajar con la programación de actividades de  inserción,  ayudando a nuestro demandante a construir objetivos profesionales alcanzables. Debemos conocer si el demandante hace algún tipo de planificación, con objetivos intermedios que lo ayuden a la consecución de un empleo. Lo fundamental es la capacidad de adaptar la planificación, que va a variar en función de las relaciones que se establezcan con el entorno. Los demandantes más adecuados para trabajar este aspecto son los que no tienen objetivo profesional, los que no lo tienen definido o se plantean una reconversión. Lo relevante es el trabajo con metas intermedias, los orientadores debemos procurar que estas metas sean relevantes, que estén formuladas en positivo y asociadas a conductas concretas.


2/ INFORMACIÓN: son las actuaciones que ayudan al orientado a conseguir los datos y los conocimientos necesarios para afrontar la búsqueda de empleo. Debemos averiguar que tipo de información profesional maneja, convocatorias públicas, cursos, directorios de empresas, páginas web.... Este recurso le permitirá posicionarse en el ámbito sociolaboral en el que busca empleo y le ayudará en la toma de decisiones. Los desempleados que soliciten una información puntual o que la requieran para la toma de decisiones serán los mejores candidatos para trabajar este aspecto.




3/ HABILIDADES: es necesario entrenarse en las técnicas de búsqueda de empleo que tanto el orientador como el demandante consideren más adecuadas para su inserción. Es necesario sondear que actividades realizó nuestro usuario para buscar empleo, debemos buscar situaciones positivas y las resaltaremos. Intentaremos saber hasta que punto conoce y utiliza las diferentes técnicas de búsqueda y que grado de aceptación o que grado de utilidad le merecen.




4/ MOTIVACIÓN: en este área están las actuaciones dirigidas al cambio de actitudes mediante la mejora de las expectativas de los demandantes que manifiesta desánimo en la búsqueda de empleo. Tenemos que detectar, ya desde el inicio, las creencias, expectativas y actitudes ante el empleo. La conducta de búsqueda de empleo es una conducta motivada, que se explica por la intención del desempleado de conseguir una meta. El aspecto motivacional tiene un papel relevante a la hora de entender todo el proceso de inserción. La motivación hacia la búsqueda varía según la relación del desempleado con su entorno, generando determinados estados de ánimo más o menos optimistas. Como orientadores trataremos de hacer ver a nuestros orientados los recursos con los que cuenta e trataremos de buscar situaciones de éxito, para ayudarle a generar actitudes positivas.

Estas cuatro áreas deben tratarse como un todo dentro del proceso de orientación, en función de la necesidad del usuario incidiremos en la que él nos presente como más necesaria en ese momento concreto.




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